Arte Gótico

El arte gótico es un estilo fascinante debido a que en él se unifican el arte y una nueva teología que surgía en Europa hacia el año 1100.
Algunos historiadores de la Ilustración veían este estilo como expresión de una época oscurantista, pero el arte gótico fue una estética de la luz sobre todas las cosas. En él se manifestó el humanismo teocéntrico que dio paso al antropocentrismo renacentista.
El gótico tuvo su inicio en la Baja Edad Media, en Francia, desde donde se irradió al resto de Europa. Cada país, sin embargo, incorporó elementos de su cultura y así en cada uno adquirió características particulares.
Conozcamos algunas de las características más distintivas del arte gótico, así como los acontecimientos históricos, los valores y las obras que lo convirtieron en un arte eterno.

Características y valores del arte gótico

La catedral como ofrenda y orgullo

Catedral de Nuestra Señora de París (Notre Dame)
Catedral de Nuestra Señora de París (Notre Dame).
La catedral fue un centro de referencia en el gótico, ya que constituía la máxima ofrenda a Dios y tenía como propósito alcanzar la trascendencia espiritual e histórica.
Fue el resultado del apogeo de las ciudades, cuando la prosperidad del campo permitió que se formaran centros urbanos o burgosLos habitantes de los burgos, o burgueses,pagaban impuestos al rey, lo que significó una mayor riqueza para este y un mayor poder de inversión social.
Las catedrales fueron construidas con la participación de todos los sectores de la sociedad: las autoridades civiles, el clero, los donantes (tanto nobles como burgueses) y los gremios de artesanos, quienes por primera vez en la historia recibían un salario.
Por todo esto, la catedral gótica fue al mismo tiempo símbolo de la alianza entre el rey y el obispo y símbolo del orgullo burgués. Además de las catedrales, también se construyeron iglesias, monasterios, palacios y diferentes tipos de edificios con este estilo.

Estética de la luz

Interior de Sainte Chapelle, Francia.
Interior de Sainte Chapelle, Francia.
El abad Suger (1081-1151), quien fue consejero de los reyes Luis VI y Luis VII de Francia, formula los principios de la estética de la luz, fundamento de todo el arte gótico. Esto lo hace a partir de la lectura de los escritos de Pseudo Dionisio Areopagita (siglos V y VI d. C.).
Según esta corriente, la luz se concebía como símbolo de la divinidad, creadora de todas las cosas. Si el universo entero era creación divina, todo lo que en él habitaba era reflejo de la luz de Dios. En consecuencia, los elementos de la vida, espirituales o materiales, se revalorizaron desde una perspectiva teocéntrica.
Para el abad Suger, así como para sus contemporáneos, la contemplación estética se transformó en una experiencia espiritual. Esto fue, sin duda, un punto de inflexión en la cultura occidental.
El arte y los objetos artísticos tenían que ser expresión de la luz divina, lo que se simbolizó por medio del brillo de los materiales y el uso de los colores vivos.

Nuevas técnicas arquitectónicas

El arte gótico fue posible también gracias al desarrollo de la exploración arquitectónica, cuyos hallazgos impulsaron el nuevo estilo y se interpretaron a partir de la estética de la luz.

BÓVEDAS DE CRUCERÍA

La técnica más importantes fue la bóveda de crucería. Se trata de un sistema de bóvedas que cruza dos arcos ojivados o apuntados.
Este cruce genera una serie de nervaduras visibles en la estructura que distribuye el peso de la construcción hacia los pilares, ahora más estilizados, y los arbotantes y contrafuertes externos.
Bóveda de crucería
Interior de Sainte-Chapelle, Francia. Puede observarse en el techo la formación de bóvedas de crucería y el vaciamiento de los muros, ahora sustituidos por vitrales. Fotografía: Loïc Lagarde.

ARBOTANTES Y CONTRAFUERTES

Aparecen también los arcos arbotantes, que consisten en medio arco exterior que recibe el peso que distribuyen las bóvedas de crucería. A su vez, los arbotantes distribuyen el peso hacia los contrafuertes. Así, los muros que antes servían para contener el peso del edificio se hacen innecesarios.
Los contrafuertes se remataban con pináculos, los cuales cumplen una función decorativa y, al mismo tiempo, simbólica, ya que dan mayor altura al edificio.
Detalle de arbotantes y contrafuertes. Catedral de York, Inglaterra.
Detalle de arbotantes y contrafuertes. Catedral de York, Inglaterra.

VITRALES Y ROSETONES

Gracias a las nuevas técnicas arquitectónicas, los muros macizos se sustituyeron por grandes ventanales donde se hicieron vitrales. Los vitrales permitieron la resuelta iluminación solar del interior de los edificios por primera vez en la historia. Al mismo tiempo, sustituyeron a los frescos propios del arte románico.
Se usaron los vitrales con forma de arcos apuntados y también los rosetones, que son ventanas circulares caladas dispuestas radialmente.
Los vitrales multicolores proporcionaron una iluminación absolutamente novedosa, efectista e impactante. La luz dentro de las catedrales fue concebida como un elemento de contemplación divina.
Detalles de los vitrales de la Catedral de Chartres, Francia.
Detalle de vitrales (rosetón). Catedral de Chartres, Francia.

Carácter didáctico de las artes figurativas

El arte gótico tiene un carácter didáctico. Su mensaje se orienta a la celebración del Dios encarnado y la unión de Dios con sus criaturas, lo que se hizo visible en las artes figurativas, tanto escultura como pintura.
Las fachadas de las catedrales góticas aún serán concebidas como libros de piedra abiertos al transeúnte, llenas de relieves escultóricos, originalmente pintados en colores vivos.
En el caso de la decoración interior, los vitrales serán comprendidos como una puerta hacia la revelación, pues sus efectos favorecen la contemplación espiritual.
Reconstrucción fachada Amiens
Fachada de la catedral Nuestra Señora de Amiens, Francia, en el contexto de un show lumínico del año 2010 que reconstruyó los colores originales de la fachada. Fotografía: Tabou & divers.

Humanismo teológico y tendencia al naturalismo en las artes figurativas

La estética de la luz está unida indisolublemente al humanismo teológico, una corriente filosófica de fines de la Edad Media que revalorizó la dignidad de ser humano como creación divina.
Los temas del gótico poseen una tendencia emocional y expresionista. Los elementos simbólicos propios del arte románico comienzan a dar entrada al naturalismo, que se va perfeccionando gradualmente al eliminar la frontalidad. Por ejemplo, la representación de la crucifixión será cada vez más sinuosa y flexible.
El gótico representa el juicio final como triunfo de Cristo, el cual dispone en la entrada como alegoría de la frase bíblica: “yo soy la puerta”.
Tímpano de la fachada principal Chartres
Cristo en majestad. A cada lado, las alegorías de los cuatro evangelistas.
Tímpano de la fachada principal Chartres.
Mientras tanto, por encima de los Salmos, el libro de los Reyes y el Apocalipsis, propios de la mirada románica, el gótico hace énfasis en los Evangelios. Además, aparecen en el repertorio figurativo profetas, antepasados de Cristo y sus apóstoles.
Hecho curioso es que en las vidrieras y otros objetos artísticos, se comienzan a retratar también a los gremios de artesanos y donantes que hicieron posible su elaboración.

AFIRMACIÓN DEL CULTO MARIANO

Si bien es cierto que el culto mariano es muy antiguo, durante este período alcanzó su punto álgido. Algunos autores atribuyen esto a que, durante las cruzadas, las mujeres se quedaron solas en casa bajo la influencia de los clérigos.
Las mujeres fueron ganando espacios, lo que favoreció que educaran a sus hijos en el “amor cortés”, por un lado, y, por el otro, que se extendiera y afirmara la veneración a la Virgen y a María la Magdalena, únicos referentes femeninos del seguimiento cristiano en el Nuevo Testamento.












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